16 de Junio de 2003

VOLKSWAGEN ESCARABAJO
El coche del pueblo se jubila definitivamente

A punto de cumplir setenta años, el Volkswagen Escarabajo deja de fabricarse en Puebla, México, la única factoría del mundo que lo construye.


JAIME HERNANDEZ

 ADEMAS

Del coche del pueblo sólo quedan las formas

Fabricado en los cinco continentes

Su historia se remonta a 1933, año en que Hitler asume el poder en Alemania y pone en marcha una agresiva campaña de relanzamiento industrial para superar a sus eternos enemigos, los ingleses y los franceses. El régimen nazi convoca un concurso para la adjudicar la fabricación del coche del pueblo (significado de las palabras Volks Wagen) y el empresario Ferdinand Porsche presenta el proyecto que mejor se adapta al pliego de condiciones: un concepto de vehículo sencillo, barato, robusto y con un mantenimiento mínimo, para socializar el uso del automóvil.

Para el Partido Nacional Socialista que gobernaba Alemania, el proyecto de fabricar un vehículo asequible a todos los trabajadores tenía una doble vertiente. Por un lado, era un instrumento más de propaganda del Régimen, algo que los nazis cuidaban con especial atención. Y, por otro, proporcionaba un indudable beneficio a la clase obrera, que aportaría una pequeña parte de su salario semanal hasta pagar el valor del coche.

Una vez adjudicado el encargo a Ferdinand Porsche, Hitler facilitó los medios necesarios para construir la fábrica, muy cerca de Fallersleben, y una ciudad para 90.000 personas en sus alrededores, donde vivirían las familias de sus trabajadores. El 26 de marzo de 1938 se puso la primera piedra de la que iba a ser la mayor factoría de automóviles del mundo, que daría empleo a 30.000 trabajadores, con la intención de llegar al millón de unidades de producción anual. Hoy este lugar, al que los ingleses rebautizaron como Wolfsburg, es la sede principal del Grupo Volkswagen.

Destrucción de la fábrica

Pero el comienzo de la II Guerra Mundial truncó todos esos planes. Con las instalaciones aún sin terminar, se iniciaron los bombardeos que poco a poco iban destruyendo partes de la planta, que inmediatamente paso a fabricar material bélico para el ejército del III Reich, invirtiendo el dinero que los trabajadores fueron entregando a cuenta de un coche que nunca llegaron a disfrutar. A pesar de los ataques aliados, los alemanes se apañaban para no cesar la producción. Al término de la contienda el Dr. Porsche fue encarcelado por su colaboración con el régimen nazi y los ingleses tomaron el control de Wolfsburg, para destinar sus instalaciones a la reparación de vehículos militares.

Antes del conflicto bélico se trabajó sobre diversos prototipos, alguno de ellos con la colaboración de Daimler Benz, que llegaron a recorrer 2.400.000 kilómetros de pruebas. El primer vehículo listo para vender salió de la cadena de montaje el 15 de agosto de 1941, cuando Europa estaba en plena guerra.

Hasta el final de la misma consiguieron ensamblar un total de 630 coches para uso civil y varias decenas de miles con fines militares. Y, aunque para finales de 1946 ya habían sido fabricados más de 10.000 automóviles desde que terminó la contienda, lo cierto es que el relanzamiento del producto fue una tarea compleja. Se tomó la decisión de abrir nuevos mercados y el primer contrato de exportación lo firmaron los hermanos Pon, para llevar el coche a Holanda como importadores oficiales. Pero el rechazo de la población a un vehículo con un pasado oscuro costó superarlo: los ingleses lo despreciaban y tachaban de feo; los italianos disponían de su propia industria, cada vez más boyante y estilosa; y en América no querían oír hablar del «coche de Hitler».

Plan Marshall

El gran cambio vino de la mano del ingeniero Heinrich Nordhoff, quien asumió la presidencia de la empresa el 1 de enero de 1948 y, apoyándose en el Plan Marshall, organizó la red de distribución y posventa, tanto en Alemania como en el resto de países importadores, e inició una expansión que llevaría a Volkswagen a convertirse en el mayor fabricante europeo. Al año siguiente, se exporta a los Estados Unidos, que a la postre se convirtió en un importante mercado para este vehículo. El éxito fue llegando de forma paulatina para un modelo que mantenía la filosofía de sus inicios de ser barato, robusto y sencillo de mantener, por lo que siempre ha tenido una gran acogida en los países en desarrollo. El 5 de octubre de 1952 se fabrica la unidad 250.000 y sólo nueve meses más tarde se produce la número 500.000, coincidiendo con el establecimiento de la marca en Brasil, primera filial fuera de Alemania.

En 1955 ya hay un millón de Escarabajo circulando, en el 61 la cifra se multiplica por cinco y se superan las previsiones de los inicios al fabricar más del millón de vehículos anuales. Otro hito histórico es la constitución de Volkswagen de México, en 1964, un país donde el pequeño vocho, nombre con el que allí se le conoce, tiene una acogida sin precedentes y, aún en la actualidad, inunda las calles de una de las ciudades más pobladas del planeta, México D.F., en la que se sigue utilizando como taxi y se ha convertido en un símbolo de la metrópoli. En 1965 se produce el Escarabajo 10.000.000 y el 17 de febrero de 1972 consigue batir el récord que hasta el momento ostentaba el Ford T, cuando sale de la planta de Wolfsburg la unidad 15.007.034. En todas las encuestas que se han realizado a lo largo de los últimos años son precisamente estos dos coches quienes rivalizan por el título de automóvil del siglo XX.

El Volkswagen Escarabajo se ha vendido en más de 150 países y habrá sido el vehículo que más tiempo ha estado en producción de la Historia, cuando el próximo verano salga de la fábrica de la localidad mexicana de Puebla la última unidad, que hará un número cercano a los 22 millones, cifra sólo superada por su hermano el compacto Volkswagen Golf, que le arrebató el liderato hace apenas un año. Su popularidad es tal que la productora Walt Disney le ha convertido en protagonista de una serie de películas infantiles, como personaje central con el nombre de Herbie.